A eso…
a eso de caer y volver a levantarte;
de fracasar y volver a comenzar;
a eso de seguir un camino y tener que torcerlo;
a eso de encontrar el dolor y tener que afrontarlo…
A eso, no le llames adversidad, llámale «sabiduría».
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente;
de fijarte una meta y tener que seguir otra;
a eso de huir de una prueba y tener que encararla;
a eso de planear un vuelo y tener que recortarlo;
de aspirar y no poder, de querer y no saber;
de avanzar y no llegar…
A eso, no le llames castigo, llámale «enseñanza».
A eso, de pasar días juntos radiantes;
días felices y días tristes;
días de soledad y días de compañía…
A eso, no le llames rutina, llámale «experiencia».
A eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan;
a eso de tu cerebro funcione y tus manos trabajen;
a eso de que tu alma irradie, tu sensibilidad sienta;
y tu corazón ame…
A eso, no le llames naturaleza humana, llámale… «milagro de Dios».
Jacqueline Yunis Portal